Según el artículo 41 de la Constitución Española “Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres”.
Pero antes de hablar de quién debe cotizar, qué cantidades y qué beneficios se pueden solicitar vamos a explicar un poco qué es la Seguridad Social.
Un poco de historia
A finales del siglo XIX la Comisión de Reformas sociales se encargó de elaborar un estudio de cuestiones que interesasen a la mejora y bienestar de la clase obrera. Así pues, en 1900 se creó el primer seguro social, la Ley de Accidentes de Trabajo, y pocos años después se creó el Instituto Nacional de Previsión donde se encontraban las cajas que gestionaban los seguros sociales que iban surgiendo. A lo largo del siglo XX, se fue gestando lo que hoy en día se entiende como Seguridad Social.
Qué es la Seguridad Social
Es la encargada de la afiliación de los trabajadores y de recaudar sus cotizaciones y las de los empresarios a través de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). Por otro lado, a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reconoce y controla el derecho a las prestaciones económicas contributivas, como las pensiones de jubilación, incapacidad permanente, viudedad etc., y algunas no contributivas, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), etc. También se encarga de reconocer el derecho a la asistencia sanitaria.
Además, el Instituto Social de la Marina (ISM) se encarga de la gestión, administración y reconocimiento del derecho a las prestaciones del Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores del Mar, y de la inscripción de empresas, afiliación, altas y bajas de trabajadores, recaudación y control de cotizaciones, en colaboración con la (TGSS).
Cómo funciona la Seguridad Social en España
Como ya hemos dicho, la Seguridad Social está regulada en la Constitución y en el texto refundido de la ley General de La Seguridad Social (Real Decreto Legislativo 8/2015).
Este sistema público de prestaciones se apoya en varios principios fundamentales:
- Universalidad: extensión máxima de la acción protectora
- Solidaridad intergeneracional: las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las prestaciones actuales.
- Proporcionalidad contributiva: La prestación será proporcional a las cantidades aportadas al Sistema.
- Equidad e igualdad de derechos, con independencia del momento y lugar de residencia del asegurado.
- Suficiencia: garantía y perfeccionamiento de los niveles de bienestar mediante prestaciones adecuadas.
- Unidad de Caja: el Estado es el único titular de todos los recursos, obligaciones y prestaciones de la Seguridad Social.
¿Cómo se financia la Seguridad Social?
La Seguridad Social se financia con un sistema mixto en el que entran distintos medios para la obtención de recursos que permitan atender sus obligaciones.
Los más importantes son las cotizaciones o cuotas a la Seguridad Social que aportan tanto empresarios como trabajadores y las aportaciones del Estado para el sostenimiento de la Seguridad Social.
Además las prestaciones que ofrece pueden ser de dos tipos:
- Modalidad contributiva: La modalidad contributiva requiere haber cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años para poder recibir la prestación.
- Modalidad no contributiva: La modalidad no contributiva es más de tipo asistencial y universal, ya que va dirigida a todo tipo de personas independientemente de si han cotizado o no.
Su financiación corre a cargo de las aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado. Con ellas se financian la asistencia sanitaria, los complementos para mínimos de las pensiones y el presupuesto del Instituto de Mayores y Servicios Sociales.
Quién debe cotizar la Seguridad Social en España
Todo aquel que trabaje en España debe constar registrado en la Seguridad Social y abonar las correspondientes cotizaciones. Es necesario estar empleado y cotizar para estar cubierto en caso de enfermedad, lesiones y accidentes de trabajo así como permisos de maternidad y paternidad o el subsidio de desempleo.
Los autónomos, un caso aparte
Los trabajadores por cuenta propia, los autónomos, también cotizan en la Seguridad Social aunque lo hacen en un régimen estatal especial.
¿Todo el mundo cotiza igual?
Sí y no. Es decir, todos los trabajadores que están dados de alta en el sistema tienen el deber de cotizar. Pero no la misma cantidad. Como ya hemos comentado, uno de los principios fundamentales de la Seguridad Social española es el principio de proporcionalidad.
La tasa global de la Seguridad Social en España se sitúa en torno a un 35-40% que se reparten en la cuota obrera (lo que paga el trabajador) y la cuota patronal (lo que paga la empresa).
Cabe destacar, que la cuota que soporta la empresa es mayor que la del trabajador, y representa aproximadamente un 30% del salario.
Los autónomos pagan sus propias cotizaciones y por regla general el porcentaje es inferior.
¿Como extranjero puedo beneficiarme de este sistema de Seguridad Social?
La respuesta es sí. De hecho, en España hay 2.378.437 afiliados extranjeros. Así, cuando un extranjero se instala en España, una de las primeras cosas que debe hacer es registrarse y cotizar en la Seguridad Social española. De ese modo, podrá percibir, por ejemplo, atención médica gratuita.
¿Qué prestaciones ofrece la Seguridad Social?
Los beneficios que un trabajador percibe a cambio del pago a la Seguridad Social en España son los siguientes:
- sanidad española gratuita
- enfermedad o lesión relacionada con el trabajo
- cuidado de la maternidad y paternidad, y subsidio por hijo
- beneficio de invalidez
- jubilación y pensión
Prestaciones sanitarias en España
Es una de las prestaciones estrella. Y es que cuando cotizas en la Seguridad Social tienes cobertura sanitaria estatal.
La asistencia sanitaria de la Seguridad Social tiene por objeto la prestación de los servicios médicos y farmacéuticos necesarios para conservar o restablecer la salud de sus beneficiarios, así como su aptitud para el trabajo. Proporciona, también, los servicios convenientes para completar las prestaciones médicas y farmacéuticas, atendiendo, de forma especial, a la rehabilitación física precisa para lograr una completa recuperación profesional del trabajador.
Existen otras situaciones que también permiten disfrutar del sistema sanitario español:
Vivir en España desde antes de abril de 2012 y ganar menos de 100.000 euros. Puedes darte de alta en la asistencia sanitaria como residente español a través de tu INSS local .
Otra opción para tener atención médica es pagar un plan especial de seguro de salud público de pago mensual ( convenio especial ).
Prestaciones monetarias por enfermedad en España
Conocida como la baja laboral. Cuando el trabajador no puede trabajar a causa de una enfermedad tiene derecho a percibir una prestación monetaria.
Para ello, debe haber cotizado durante un total de 180 días en los últimos 5 años. Dicha prestación se ofrecerá durante un máximo de 365 días (más 180 días adicionales si un tribunal médico lo recomienda)
Cuando el trabajador está de baja laboral percibe el 60% de la base de cotización mensual desde el cuarto día hasta el día 20 y el 75% después de eso.
Para obtener la baja se debe entregar un certificado médico al empleador (o al INSS en caso de ser autónomo).
Maternidad y paternidad
Las trabajadoras por cuenta ajena y algunas trabajadoras por cuenta propia tienen derecho al permiso de maternidad remunerado a partir de la fecha del nacimiento (ocasionalmente antes) o de la decisión oficial de adopción o acogimiento.
Con esta prestación, se recibe una cantidad diaria, que es el 100% de la base de cotización del mes anterior a la licencia de maternidad/paternidad, durante 16 semanas continuas.
Invalidez y otras prestaciones en España
Cuando un trabajador tiene una condición permanente que le impide trabajar, puede reclamar el beneficio de invalidez. Los beneficios incluyen una pensión y rehabilitación. Las prestaciones de invalidez están disponibles a través de la Junta de Evaluación de Invalidez (EVI).
Si la invalidez es debido a una causa laboral, no hay período mínimo de cotización. En cambio, si no está relacionada con el trabajo, debe haber estado contribuyendo a un plan durante un número específico de años, según su edad y el momento en que quedó incapacitado.
Jubilación y pensión
La prestación por jubilación, en su modalidad contributiva, cubre la pérdida de ingresos que sufre una persona cuando, alcanzada la edad establecida, cesa en el trabajo por cuenta ajena o propia, poniendo fin a su vida laboral, o reduce su jornada de trabajo y su salario en los términos legalmente establecidos.
Dependiendo los años cotizados y la cuota pagada, la prestación variará.
El departamento de Seguridad Social de Rosclar ayuda y asesora a todas las empresas y se encarga de la gestión integral de cualquier trámite relacionado con la Seguridad Social. ¿Hablamos?